Hoy he tenido el placer de sentarme en una silla.
Me ha costado un rato llegar hasta ella
He tenido que planificar los detalles para aproximarme
Y girar, y descender lentamente.
He mirado lo que hay a la derecha del gran pino que veía desde la cama
Pasaban camiones por una carretera
Y ascendía el humo blanco papal de la fábrica de papel, incrustada en un barrio de trabajadores, o ex trabajadores, en todo caso gente resignada.
En los domingos de hospital, el suelo brilla, hay servicios mínimos de ajetreo
Miraba desde la silla como me hacían la cama, el país donde habitamos en horizontal
Apenas somos sueño y sexo sobre una cama
Las auxiliares sonríen al verme sentado
Y creo que hay trabajos de madre, pagados por las sonrisas
Me toman la temperatura y dicen que está bien
Me he bebido el mercurio y no lo puedo dominar
Algunos ojos me miran como si fuera un pez fuera del agua
Y reúno las fuerzas para ponerme de pie, oscilante,
Como sí me hubiera comido un día entero
Y el péndulo se hubiera salido del reloj
O como sí recordara uno de esos besos que nunca daré.
Hay paz sobre la pared verde
Estoy feliz con mi cuerpo, ese cabrón sabe como sobrevivir
Y me deja que escriba sobre destrucciones y dolor
Mientras él se dedica a trabajar fabricando células,
a negociar las condiciones con el tiempo.
Y en el pino grande, que veo desde la cama
El sol pinta sus amarillos
Para que vea su alma en sus sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario