Cuando vengas a verme al cementerio
hazlo de madrugada, para estar solos
y sigue mis instrucciones:
No me traigas flores de plástico
ni de las otras, no malgastes tu dinero.
Ven contenta, aunque sea por sustancias.
Quítate las bragas, si puede ser húmedas
y átalas a la
cruz o cualquier otro saliente que hayan puesto.
Acerca tus labios a mi lápida y dime:
"todas las noches haría el amor contigo,
maldito cabrón".
Sí, sería una buena manera de sentirse otra vez vivo.
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