Domingo, yo te celebro
no me voy a lamentar a partir de las seis de la tarde
por esa desembocadura gris hacia el lunes
Es el día grande de las creencias y los after hours
el día de descanso de los abuelos que moldean a los nietos
la fiesta mayor de los zapatos sin prisa.
Te veo nacer entre la constelaciòn de antenas cancerígenas
abriéndote paso por las ondas hertzianas y los vapores febriles del sábado noche
El mejor día de la semana es el que amaneces abrazado.
Puedo ver tu sol entre el polvo
eres el camino de baldosas amarillas
el cielo asesinado por un pájaro
un martillazo que sujeta el cuadro de la escena
Puedo ver cómo goteas de los grifos
tu esfuerzo en cámara lenta
Levanto mi cuerpo para que lo bebas
seduces con tus expectativas
traicionas tras la siesta
Conocí a gente que sólo se duchaba en domingo
era una fiesta, la resurrección de la carne
Hubo domingos donde me daban para desayunar chocolate
y pan con mantequilla
toda la semana pensando en eso
Luego me daban pastillas, vómitos, y un poco de asco
el conejo de la chistera era de plástico
Pero tú insistes
no nos podrán quitar el domingo
por muy ilegales que seamos
hay naturalezas que nos autorizan
Tus mejores tardes son las de regreso
todo ese paisaje metido de golpe por la retina
hiriendo, recordando lo que no vives
Sólo por ti creería en algo
eres la esperanza
ropa por planchar
y un periódico con suplemento.
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